La Historia de la Sierra Minera de la Region de Murcia

En los años cincuenta la Sociedad Minero Metalúrgica Peñarroya traslada el centro de gravedad de su actividad de la zona que le da nombre a la Sierra de Cartagena, donde cuenta con una implantación importante. En 1953, conseguidos los derechos de titularidad que le permiten disponer de una superficie de explotación compacta y homogénea, comienzan los trabajos de desmonte en la explotación "Emilia" y la construcción del lavadero "Roberto". En julio de 1957 se inician las explotaciones a "cielo abierto" en la Sierra de Cartagena y un nuevo resurgimiento de la minería. La fundición Santa Lucía, propiedad de Peñarroya, tiene que readaptarse al progresivo incremento del ramo de laboreo. En 1970, una vez terminadas las mejoras, podía tratar anualmente 100.000 toneladas de concentrados primarios y 75.000 de plomo. Este crecimiento se empieza a detener en los años ochenta, inicio de una nueva etapa enmarcada en la crisis económica mundial que determina cierta recesión en los niveles extractivos a tenor de las fluctuaciones del mercado. A ello se sumará el progresivo agotamiento de los descubiertos (Vilar, Egea y Fernández, 1990).

En septiembre de 1988 la sociedad Minero Metalúrgica Peñarroya vende sus explotaciones mineras a la empresa Portmán-Golf S.A. que continúa la actividad minera hasta mediados de 1990, cuando cesan los vertidos de estériles a la bahía de Portmán. Tras un largo y tortuoso camino para reiniciar las actividades durante 1991, los conflictos sociales y medioambientales en la sierra minera, junto al agotamiento de los yacimientos tradicionales, las bajas leyes de los minerales, y la baja cotización del plomo en los mercados internacionales, acaban por conducir al cierre de la minería y al despido de los trabajadores de Portmán-Golf en noviembre de 1991. Este cierre afecta a la viabilidad de la fundición Santa Lucía, ubicada en el puerto de Cartagena, que Peñarroya había vendido al grupo alemán Metaleurop, cerrando también esta empresa en 1992. (Cortina, 1998).

Del boom minero a Peñarroya: Entrevista a D. José Ignacio Manteca, geólogo y profesor de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), que trabajó en la empresa minera Peñarroya de 1969 a 1989. Este vídeo forma parte de los contenidos del documental 'La Unión, corazón minero', producido por la Fundación Integra. 

Si deseas saber más acerca de la historia del municipio de La Unión y otros episodios de la Historia de la Región, visita el Canal de Historia del portal Región de Murcia Digital

De la mano de Lorenzo Saura, minero de La Unión e hijo y nieto de mineros, revivimos la historia de la Sierra Minera, desde sus inicios en época prehistórica y romana, hasta su época de esplendor en los siglo XIX y XX. Si deseas saber más acerca de la historia del municipio de La Unión y otros episodios de la Historia de la Región de Murcia, visita el Canal de Historia del portal Región de Murcia Digital
omo triste símbolo de aquel esplendor minero de la sierra de Cartagena y como monumento esplendoroso e identificativo de la ciudad: Los 100 m. de la Chimenea de Peñarroya.

Minas de La Unión, Cartagena, Murcia.

Es el principal distrito minero de la región. La zona minera propiamente dicha ocupa una superficie rectangular, alargada en dirección noreste-suroeste, de unos 10 x 5 km, que encierra la mayor acumulación de Pb-Zn de las Béticas y una de las principales de la Península Ibérica.

Después de siglos de casi total inactividad minera, se va a dar a partir de 1839 un fulgurante despegue de la minería, y en sólo unos pocos años se denuncian más de 1.500 minas en la sierra. En la Sierra Minera de Cartagena-La Unión se distinguen, bajo un punto de vista morfológico, los siguientes tipos de mineralizaciones:

- Los “mantos”: masas y cuerpos estratoides.

- Diseminaciones en el Mioceno.

- Estructuras filonianas s.l.

- Stockwork y filones asociados a las vulcanitas.

Los “mantos”:

De todos esos tipos de mineralización, los “mantos” son los que han constituido el principal recurso mineral y permitido el desarrollo de las grandes explotaciones a cielo abierto.

Existen dos tipos principales, con diferentes posiciones estratigráficas: “1er manto” y “2º manto”. Ambos consisten en cuerpos más o menos estratoides, constituidos en unos casos por masas de greenalita-magnetita con sulfuros dispersos (“manto de silicatos”) y, en otros, por sulfuros diseminados, en hiladas o masivos, dentro de una formación clorítica (“manto piritoso”):

a) “Manto” superior o “1.er manto”: Se sitúa a la base del paquete carbonatado de la unidad de S. Ginés, asociado espacialmente a las doleritas. Aparece básicamente desarrollado en la zona central (Emilia- S. Valentín-Tomasa), sobre un área de unos 10 km2. Fuera de dicha zona, sólo se le encuentra en la zona este (Buen Consejo-Julio César) y en alguna pequeña zona aislada.

Sus características indican un fenómeno de reemplazamiento meta somático, particularmente claro en el tipo “manto de silicatos”, donde la masa grenalítica conserva las estructuras originales de la roca. Los mayores espesores se han dado en la zona de S. Valentín-Emilia, entre 40 y 80 m, mientras que en la zona este (Buen Consejo-Julio César) son del orden de los 20 m.

b) “Manto” inferior o “2º manto”: Se sitúa al nivel de los mármoles del Nevado-Filábride. Aparece sobre un área muy extensa del orden de 40 km2, de forma aproximadamente elíptica, con su eje mayor según la dirección NNE-SSO y centrada sobre la zona del Sancti Spiritu. (Cantera San Valentín).

Este cuerpo tiene un carácter estratiforme, concordante con las rocas encajantes y con sus estructuras de esquistosidad y plegamiento. Los espesores varían normalmente entre 3 y 25 m, en aparente relación en unos casos con estructuras de plegamiento (engrosamiento en zonas axiales) y en otros casos con fracturas. El espesor medio puede estimarse en unos 10 m.

b) Paragénesis minerales de los “mantos”: Los “mantos” de la Sierra de Cartagena presentan dos tipos principales de asociaciones minerales primarias:

Paragénesis 1: Asociación clorita-sulfuros-carbonatos-sílice (“manto piritoso”)

Paragénesis 2: Asociación greenalita-magnetita-sulfuros-carbonatos-sílice (“manto de silicatos o de magnetita”).

 

Existen estimaciones orientativas de la magnitud original de los yacimientos contenidos, en base a criterios geológicos, apoyados en la abundantísima información minera, en los datos estadísticos de producciones, etc.

Según tales estimaciones, la cuantía original de estos depósitos minerales en sus diversos tipos, estratiformes o mantos, filones, diseminaciones y stockworks, monteras o gossans, superaría los 240 millones de toneladas de mineral bruto, con un contenido en metales del orden de 64 millones de toneladas de Fe, 3.2 M.t. de Pb, 3.8 M.t. de Zn, y 4.000 toneladas de Ag, cifras que los destacan netamente de otros distritos mineros.

Siendo evidente su importancia como acumulación metal, en cambio a nivel de leyes o contenido metálico relativo se le puede considerar como un distrito pobre, casi marginal, con las excepciones muy localizadas de ciertos enclaves o filones, como el caso del Cabezo Rajao. Ello explica en buena medida el carácter cíclico y discontinuo de la actividad minera en la zona. Las mayores minas de la Sierra de Cartagena, en cuanto a su tonelaje de mineral son: San Valentin, Emilia, Tornasa, Los Blancos III, los Blancos I y II, Gloria y por ultimo San Jose-Gloria Este (según los datos de Peñarroya-España), de mayor a menor tonelaje.

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