Jornadas Europes de Pratrimonio Ploblados Mineros

Comunidad Autónoma de la Región de Murcia

JORNADAS EUROPEAS DE PATRIMONIO: POBLADOS MINEROS.

SÁBADO 27 DE OCTUBRE DE 2012 
LUGAR DE ENCUENTRO: CASA DEL PIÑÓN (LA UNIÓN)

HORA: 10 de la mañana

DURACIÓN DE LA VISITA: 4 HORAS

VISITA

  • El recorrido se inicia con la vista desde la 3º planta de la Casa del Piñón de los edificios y sitios más importantes de la Sierra Minera de La Unión.
  • 10.30 h. A continuación seguiremos la visita con uno de los edificios más emblemáticos del modernismo en La Unión, el Antiguo Mercado Público, , para seguir posteriormente con otros también característicos de dicha época.
  • 10.45 h. Visita a la iglesia del Rosario, templo que alberga en su interior a la patrona del municipio, la Virgen del Rosario.
  • 11.00 h. Visita al Museo Cante de las Minas. Se trata de un espacio sensorial en el que se podrá realizar un recorrido audiovisual por la historia de La Unión, las minas y sus cantes, así como el propio Festival.
  • 12.00 h. Salida hacia Portmán.
  • 12.15 h. Llegada a la parada de autobús de Portmán y recorrido a pie por el pueblo hasta la puerta del Museo Arqueológico de Portmán, que se ubica en el Antiguo Hospital de Caridad fundado en el año 1892. El recorrido comienza con una breve introducción donde se explica la dimensión de la Sierra Minera de Cartagena-La Unión y permitirá a los visitantes realizar un repaso histórico de la minería de la zona.
  • Tras salir del museo se recorrerán las sinuosas calles del pueblo de Portmán, con una parada obligatoria en la Casa de Miguel Zapata El Tío Lobo. Después se llegará hasta la Iglesia de Santiago Apóstol para seguir por la calle principal de Portmán en dirección a las Casas Baratas y terminar visitando los restos arqueológicos de la Villa del Paturro.
  • 14.00 h. Finalización de la visita.

VISITAS GUIADAS POR TÉCNICOS DEL SERVICIO DE PATRIMONIO HISTÓRICO DE LA REGIÓN DE MURCIA

RECORRIDOS A PIE

DIFICULTAD: NULA

SE RECOMIENDA CALZADO CÓMODO

Tradición y modernización en la Sierra Minera de Cartagena-La Unión (Atlas de los Paisajes de la Región de Murcia, Consejería de Política Territorial. CARM)

Aunque hoy está completamente extinguida, la minería como ancestral actividad económica de la comarca merece un mínimo comentario, máxime cuando sus consecuencias han quedado profundamente plasmadas en el paisaje y en la cultura. Estuvo centrada en las sierras meridionales con una concentración en la sierra de Cartagena y La Unión, cuyos yacimientos, muy trabajados secularmente, son de composición muy heterogénea, predominando los minerales mixtos de plomo y de zinc acompañados a menudo por piritas de hierro, y presentan una gran atomización de la explotación.

Tras una etapa que podría calificarse de descubrimiento en la Antigüedad y otra de decadencia en la Edad Media, el periodo de mayor auge fue el que va de 1830 a 1919, por impulso de la demanda europea de metales en su proceso de industrialización. En este periodo llegaron a existir 147 minas de plomo, 11 de hierro y 16 de zinc, así como cinco grandes fundiciones de plomo y plata y 94 menos equipadas, dispersas por toda la sierra. Este auge se convirtió en el motor del desarrollo económico de la zona, lo que motivó un fuerte incremento de la población. No obstante, la minería se vio afectada desde finales del siglo pasado por un conjunto de problemas endémicos: agotamiento paulatino de los yacimientos por una incontrolada explotación, escasa riqueza metálica de las vetas, lamentable condiciones de las minas y estructura minifundista de las empresas que impedía realizar las inversiones que requerían las mayores profundidades, etc. Todo ello, unido a las oscilaciones de los precios en los mercados internacionales y la competencia de los minerales canadienses y australianos, llevará a una crisis que sume en la decadencia a la zona a partir del final de la Primera Guerra Mundial.

Década de los 50

Hay que esperar a la década de los 50 para que se reactive la minería y se emprendan mejoras técnicas.

En 1973, la sierra minera de Cartagena ofrecía las mayores producciones de plomo y plata nacionales y el segundo puesto respecto a las de zinc. Las nuevas tecnologías realizan las extracciones a cielo abierto, con lo que se remueven relieves enteros a razón de millones de metros cúbicos anuales y crean otros nuevos con los vertidos de las gangas, por lo que la incidencia en el medio fue muy considerable. El fenómeno más espectacular y nocivo fue el relleno de la bahía de Portmán. Durante 30 años se vertieron a un ritmo de 7.000 toneladas diarias de estériles cargados de metales pesados (zinc, plomo, cadmio, magnesio, hierro y mercurio), más de 50 millones de toneladas de residuos que alcanzan en algunos sitios 25 m de espesor, rellenando la bahía y extendiéndose por la plataforma a más de 100 m de profundidad hasta el talud continental. La línea de costa se ha adentrado casi un kilómetro. en el mar. En los años 80 se interrumpieron definitivamente las actividades mineras lo que desencadenó, junto a otras causas coyunturales o estratégicas, una grave crisis en el sector minero-metalúrgico de la comarca (González Ortiz, 1999).

La Unión es el municipio minero por excelencia, y su movida y azarosa evolución refleja en gran medida los avatares que afectan de modo general a la sierra minera .La población llega a superar los 30.000 habitantes en las primeras décadas del siglo XX, y desciende a 12.280 en 1930. En 2005 cuenta con 15.599. Tras el cierre de las minas y la desindustrialización de la zona, La Unión ha iniciado un proceso de reconversión económica encaminada hacia el sector servicios y el turismo. Declarada zona económica especial, entre otras medidas se ha recalificado la sierra y se está recuperando la bahía de Portmán (González Ortiz, 1999)

La presencia de las materias primas minerales en las sierras determinó la existencia de actividades industriales en relación con ellas (Sociedad Minero-Metalúrgica Peñarroya de España, S.A., La Unión de Explosivos Riotinto, S.A. o La Española del Zinc).

PORTMAN: PUEBLO MINERO

HISTORIA

Gracias al magnífico fondeadero del que disponía, en los albores de la minería comarcal fue consolidándose una industria metalúrgica basada en el tratamiento de mineral de Sierra de Almagrera (Santa Adelaida, Orcelitana) a las que algunas sociedades inglesas proveían del mineral local aprovechando las numerosas terreras dejadas por los romanos.

El ímpetu desatado en 1.841 para fundar sociedades y adquirir concesiones en todo su ámbito (terreras y minas fundamentalmente) sería truncado por las dificultades del laboreo, escasa capitalización y poco rendimiento en la fundición. La solución viene de la mano de los escoriales romanos tan abundantes en la rambla de la Crisoleja y La Boltada y posteriormente de los carbonatos; con tal abundancia de menas, la industria metalúrgica crece a la vez que la extractiva, que necesita hacer verdaderos esfuerzos para abastecer a las fundiciones que comienzan a erigirse: San Gil, San Antonio, Cuatro Santos, Los doce Apóstoles, Concepción, Constancia, María Julia, etc.

La minería del hierro, que alcanzó su apogeo en el último cuarto del siglo XIX, supondría para Portmán un movimiento industrial inusitado, la frenética actividad de sus minas estaría complementada con instalaciones como los cables aéreos de la Cía. de Portmán y Zapata y de numerosos embarcaderos y depósitos en su playa; todo esto, para agilizar los embarques en los navíos mercantes que llevaban el mineral rumbo a Inglaterra, Estados Unidos o Francia.

Llegados los años de crisis, Portmán sería la más afectada de la Sierra por su aislamiento y ausencia de alternativas (salvo la pesca), la emigración fue la solución de la numerosa mano de obra en paro, pero ocasionó un despoblamiento que no empezaría a recuperarse hasta 1.960, gracias a las nuevas instalaciones industriales erigidas en su solar.

Respecto a la actividad minera, sus restos más sobresalientes son las chimeneas de las fundiciones de plomo Orcelitana y Concepción, también son notorios varios hornos de calcinación situados en los cabezos del Pino y del Engarbo y en la playa.

En el aspecto arqueológico, cuenta con un magnífico yacimiento como es la villa de Portmán, a pesar de que en la actualidad esté sin finalizar su excavación. Parte de los mosaicos pueden verse en el Hospital de Caridad.

La cuenca visual de Portmán es otro de los puntos fundamentales en la minería de la Sierra, su historia, reflejada en el paisaje, nos habla de años de explotaciones en los que han intervenido todos los procedimientos conocidos, desde las trancadas a las cortas a cielo abierto y desde los simples lavaos a un moderno concentrador que llegó a ser puntualmente, el más grande de Europa.

La minería de la cuenca ha estado relacionada con diferentes tipos de yacimientos, por un lado, la parte occidental (Cabezo del Pino, Los Cuevarrones), que tocaba parte de los filones de Galena de la rambla del Avenque (San Jerónimo, San Guillermo), criaderos que en superficie eran de hierro y manganeso asociados a Baritina y Cuarzo (La Rajica, Cala del Caballo).

En el área central (Lomicas de Marco Mulas, el Engarbo y rambla de la Boltada), los criaderos eran ambos mantos y sus ramificaciones, siendo en la superficie de la zona elevada, fundamentalmente ferríferos y ricos en carbonatos de plomo: Cruz Grande, La Crisoleja. Los derrames meridionales de la Peña del Águila (Cabezo del Tinanco, Llano de la Perdiz) y toda la zona de Cenizas, tenían criaderos de hierros secos, hidroxidados y especialmente manganesíferos (San Lázaro, San Timoteo, Virgen del Carmen). Más arriba de estos criaderos, algunas minas tocaron filones del estrato cristalino de la Peña del Águila: Lolita, Montaña, Víbora, etc.

UNA VILLAE EN PORTMÁN

Bajo la casa del conocido como Huerto del Paturro, se ha excavado parte de una gran villa romana cuyas estructuras están distribuidas de forma escalonada frente a la bahía de Portmán, adaptándose a la inclinación del terreno mediante la construcción de muros de aterrazamiento que dan lugar a plataformas a distinto nivel unidos mediante escaleras.

En su desarrollo a través de los años de ocupación, se distinguen distintas fases constructivas y sectores de funcionalidad diversa.

Destaca una estancia en pendiente pavimentada con grandes adobes, que puede estar relacionada con dos grandes balsas situadas en el extremo Este. Estas grandes piscinas las colmataron intencionadamente en un momento impreciso del siglo II d C. perdiéndose su función original y junto a ella, construyeron nuevas dependencias de marcado carácter señorial y residencial aisladas del viejo completo industrial.

Entre las nuevas estancias, la de mayores dimensiones la destinaron a triclinium, siendo pavimentada con un rico mosaico de opus tessellatum con motivos figurados y geométricos que puede verse actualmente en el edificio del antiguo Hospital de Portmán. Los espacios destinados a los lechos triclinares quedan destacados por un espacio en forma de U cubierto por un pavimento de opus signinum.

El rico material arqueológico recuperado durante las excavaciones, entre el que destacan fragmentos de mármoles y otras rocas nobles utilizadas como pavimentos o revestimientos y varios restos escultóricos de mármol blanco, nos remite a un periodo de tiempo situado entre los siglos I a C. y III d C.

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